Si haces el amor 96 veces al año, puedes jactarte de que estás acorde con la estándares de sexualidad a nivel mundial.
Pero, ¿sabes quiénes superan ampliamente esta cifra? Los norteamericanos con 132 veces; y los japoneses son los que menos recurren al sexo: 37 veces por año.
Con 5,5 parejas sexuales a lo largo de la vida, los españoles se sitúan por debajo de la media, según un estudio sobre la promiscuidad y la vida sexual realizado por el fabricante de preservativos Durex.
El estudio, realizado en 27 países y publicado en Holanda, sitúa a los franceses en cabeza, con una tasa de 16,7 parejas diferentes durante la vida sexual activa, frente a una media mundial de 8,2 personas.
En segundo lugar se colocan los norteamericanos (11,8), y el último país es la India, con una media de 1,8 parejas.
Mientras que los mexicanos conviven con una media de cinco parejas durante su vida y mantienen un promedio de 96 relaciones sexuales al año. En la actividad sexual los mexicanos son superados, entre otros, por los norteamericanos, que tienen 132 relaciones al año en promedio y por los rusos, con 122.
De acuerdo con la encuesta divulgada por el portavoz de Durex, Alberto Esquivel, los hombres mexicanos aseguraron tener un promedio de 103 actos sexuales y las mujeres 88.
La encuesta también revela que aproximadamente una cuarta parte de los holandeses (el 27%) tiene una sola pareja durante toda su vida.
Se trata de la cuarta encuesta anual consecutiva que Durex realiza sobre la vida sexual.
Este año ha entrevistado a personas de 27 países, 12 más que el año pasado, según publica la prensa holandesa.
El comienzo de la actividad sexual se sitúa, como media en los países analizados, en los 18,1 años.
También aquí los norteamericanos son los primeros, pues comienzan a los 16,4 años, mientras que los chinos son los últimos, pues esperan hasta que tienen 22 años.
El estudio confirma que la madre es la que desempeña el papel principal en la formación sexual de los hijos.
El 32% de los holandeses encuestados entre 16 y 55 años declaró que su madre fue la principal fuente de información sexual.
Lo hace mucho mejor que la madre norteamericana, que se queda en segundo lugar con un 22%, aunque sigue resaltando sobre la media internacional del 12%.