Os voy a contar lo que me pasó en la Autovia de La Coruña, cuando iba a trabajar a Orense.
A la altura de Benavente, paré en una gasolinera para tomar un café… y otras cosas.
Mientras iba al servicio, vi como otro señor tomaba el mismo camino que yo.
Al entrar en el servicio, vi como ocupaba uno de los dos baños que eran de esos que no llegan hasta el techo. Yo, lógicamente, me metí en el otro.
De repente, oigo que me dicen… ¡Hola!
Yo callado… Vuelven a decir: ¿Es que no me oyes…? ¡Hola!
Yo, para no parecer descortés, contesté…¡Hola!
Y me dicen… ¿Cómo estás…?
A lo que contesté: ¡Bien, gracias, un poco cansado del viaje!
Me vuelven a decir… ¿Que haces?
Yo ya estaba pensando, ¡que gente tan rara hay por el mundo!
y contesté… Joder, lo mismo que tú, cagando!
Momentos despues oigo: Cariño, luego te llamo, que tengo a un gilipollas al lado que está contestando a todas mis preguntas.